sábado, 2 de mayo de 2009

LA INDUSTRIA QUÍMICA AMENAZA AL HOMBRE Y A LA NATURALEZA


Un informe científico publicado hoy por WWF/Adena muestra el impacto que un amplio grupo de productos químicos, utilizados habitualmente por los consumidores, está teniendo sobre los humanos y sobre la vida silvestre. Actualmente, la contaminación química ha alcanzado, junto al hombre, a focas, ballenas y osos polares, entre otras especies. El lanzamiento del informe coincide con la presentación pública de la Campaña DetoX, que persigue la adopción de una legislación europea más estricta sobre los productos químicos, cuya producción global anual ha pasado de 1 millón a 400 millones de toneladas en los últimos 70 años. Mientras que la contaminación de humanos y animales por substancias químicas dañinas como el DDT o los PCBs ha sido ya ampliamente documentada, los peligros de muchos productos químicos que todavía están el mercado y que han sido recientemente estudiados, apenas comienzan a conocerse ahora. Es una de las afirmaciones del nuevo informe de WWF/Adena Causes for concern: Chemicals and Wildlife. El documento destaca como nuevos tóxicos peligrosos a compuestos perfluorados, ftalatos, fenoles y retardantes de fuego bromados (BFRs). Los primeros se utilizan en la producción textil, envasado de alimentos y revestimientos antiadherentes como el teflón, mientras que los segundos se pueden encontrar en plásticos (incluyendo el PVC). Por otro lado, los compuestos fenólicos se detectan en latas de alimentos, botellas de plástico y carcasas de ordenadores, mientras los BFRs se hallan en algunos tejidos y televisiones. Según este informe, estos compuestos tóxicos, que contaminan una amplia variedad de seres vivos, pueden provocar enfermedades como el cáncer, dañar el sistema inmune, ocasionar problemas de conducta, alteraciones hormonales o incluso feminización. Los científicos han encontrado compuestos perfluorados –clasificados como substancias químicas cancerígenas por la Agencia de Protección Ambiental de EEUU- en delfines, ballenas y cormoranes del Mediterráneo, focas y águilas marinas del Báltico y osos polares. Asimismo, cada año, cientos de pájaros domésticos mueren como consecuencia de las emanaciones y partículas procedentes de baterías de cocina con revestimientos de teflón. Cabe citar también que la exposición a un compuesto llamado Bifenol A ha producido el cambio de sexo en yacarés overos, un pariente del caimán sudamericano, y que los BFRs han sido encontrados en cachalotes y focas del Ártico canadiense y, recientemente, en huevos de halcón peregrino. WWF/Adena denuncia a través de su campaña que la actual legislación que debería proteger a las personas y la naturaleza de los efectos negativos de estas substancias químicas peligrosas no es efectiva. La organización conservacionista ha realizado un llamamiento para la adopción y fortalecimiento de una ley europea conocida como REACH (siglas en inglés de Registro, Evaluación y Autorización de Productos químicos) que podría obligar a los productores e importadores a proporcionar información sobre seguridad de los aproximadamente 30.000 productos químicos comercializados anualmente en Europa.

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